Estando tranquilamente en el castillo la muerte vino a verme y dijo que pronto vendria a buscarme.
Primero nos mando un oso, al que mis compañeros y yo nos enfrentamos con valentia y salimos victorios auqnue no indemnes
Pero la muerte no cejo en su empeño. Me habia advertido que me llevaria con ella asi que mando a uno de sus secuacez.
Ha esta tambien la derrotamos pero mis compañeros cayeron haciendole frente y yo malherida volvia a comprobar como envia a otro secuaz.
Finalmente volvio a por mi. Y Pedi de rodillas que me concediese otra oportunidad
Pero no me concedio tregua y me llevo a su reino.
No hay escapatoria.